- Los antiguos romanos se destacaban por una gran cultura donde desarrollaron diferentes disciplinas y formas de governar y administrar una imperio y uno de sus aportes mas importante y recordado es la mitilogia de sus dioses y su forma de adorarlos
- Deja un gran legado de emperadores que predominaron casi la mayor parte del territorio europeo y asiatico.
- Las primeras formas de govierno y metalurgia ,tuberias,arquitectura se dan en esta epoca del imperio romano
- El dios mas conocido y el que se muestra como el antecesor de los demas dioses en jupiter visto en la comunidad griega como zeus
- Algunos dioses reciven nombres de los planetas del sistema solar como jupiter,neptuno,saturno,marte
viernes, 16 de noviembre de 2012
CONCLUSIONES
martes, 13 de noviembre de 2012
Dios marte / dios de la guerra
En la mitología romana, Marte, en latín Mārs, era el dios de la guerra, hijo de Júpiter en forma de flor y de Juno. Se le representaba como a un guerrero con armadura y con un yelmo encrestado. El lobo y el pájaro carpintero eran sus símbolos. Tuvo dos hijos con Venus: Fuga y Timor (respectivamente Deimos y Fobos para los griegos).
El dios Marte proviene del Ares griego de Tracia, donde su culto no estaba muy difundido, y no tenía repercusiones morales o sociales. Ya existía, en cambio, esta deidad en Atenas, donde tenía un templo en el Areópago (en griego, ‘colina de Ares’).
Antes de la guerra se le ofrecían sacrificios, y aparecía en las batallas acompañado por la diosa guerrera Belona (cuyo nombre deriva del arcaico itálico Duellona), una divinidad originalmente sabina, de nombre Nerio, que por otra vía fue más tarde identificada con Minerva. Llevaba un casco, un escudo, una lanza y una antorcha, por lo que también se identificó erróneamente con la diosa Enio, divinidad griega de la guerra, hija de la hermana gemela de Ares, Eris diosa de la discordia.
Marte dio nombre al cuarto planeta del sistema solar: Marte, al segundo (o tercero según algunas religiones, calendarios o regiones como en EE.UU.) día de la semana: Martes y al tercer mes del año: marzo.
Mitología Griega y Romana.wmv
En la mitología romana, Mercurio (en latín Mercurius) era un importante dios del comercio, hijo de Júpiter y de Maia Maiestas. Su nombre está relacionado con la palabra latina merx (‘mercancía’). En sus formas más primitivas parece haber estado relacionado con la deidad etrusca Turms, pero la mayoría de sus características y mitología fue tomada prestada del dios griego análogo Hermes.
Mercurio ha inspirado el nombre de varias cosas en cierto número de campos científicos, como el planeta Mercurio, el elemento mercurio y la planta mercurial. La palabra «mercurial» se usa comúnmente para aludir a algo o alguien errático, volátil o inestable, y deriva de los rápidos vuelos de Mercurio de un lugar a otro.
01. Hércules.avi
Heracles (más conocido por su nombre romano Hércules) es el nombre de un héroe mitológico griego.
Su padre era Zeus quien, prendado de la belleza de Alcmena, la esposa de Anfitrión de Tebas, tomó la forma de su esposo para engañarla. Fruto de esa relación nació Heracles.
Su fuerza física sería su característica más apreciada, demostrada ya desde pequeño al ahogar dos serpientes en la cuna.
Cuando alcanzó la edad adulta mató al León de Citerón y se vistió con sus pieles.
Venció a los minios que gravaban a los tebanos con un pesado tributo, lo que le granjeó la simpatía de sus vecinos que le ofrecieron en recompensa a la princesa Mégera. Cuando la princesa le dio tres hijos, Hera, la esposa de Zeus, que no olvidaba ninguna ofensa, le volvió temporalmente loco. Heracles mató así a su esposa e hijos con sus propias manos. En penitencia por esta execrable acción acudió a su primo Euristeo quien le encargó las famosos Doce Trabajos:
Ahogó al león de Nemea.
Mató a la hidra del lago de Lerna.
Alcanzó al ciervo de los cuernos de oro.
Capturó al jabalí de Erimanto.
Limpió los establos de Augias.
Acabó con los pájaros del lago Estinfalo.
Domó al toro salvaje de Creta.
Robó las yeguas del rey Diomenes de Tracia.
Venció a las amazonas y tomó el cinturón de Hipólita.
Mató a Gerión y le robó sus rebaños.
Robó las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides
Liberó a Teseo de los infiernos.
Naturaleza de los antiguos mitos romanos
Los romanos no tenían relatos secuenciales sobre sus dioses comparables a la Titanomaquia o la seducción de Zeus por Hera, hasta que sus poetas comenzaron a adoptar los modelos griegos en el último lapso de tiempo de la república romana. Sin embargo, lo que si tenían, era:
Un sistema muy desarrollado de rituales, escuelas sacerdotales y panteones de dioses relacionados;
Un rico conjunto de mitos históricos sobre la fundación y auge de su ciudad por parte de actores humanos con ocasionales intervenciones divinas.
[editar]Mitología antigua sobre los dioses
Altar de los doce dioses del Panteón Romano. Museo del Louvre
El modelo romano incluía una forma muy diferente a la de los griegos de definir y concebir a los dioses. Por ejemplo, en la mitología griega Deméter era caracterizada por una historia muy conocida sobre su dolor por el rapto de su hija Perséfone a manos de Hades. Los antiguos romanos, por el contrario, concebían a su equivalente Ceres como una deidad con un sacerdote oficial llamado Flamen, subalterno de los flamines de Júpiter, Marte y Quirino, pero superior a los de Flora y Pomona. También se le consideraba agrupado en una tríada con otros dos dioses agrícolas, Liber y Libera, y se sabía la relación de dioses menores con funciones especializadas que le asistían: Sarritor (escardado), Messor (cosecha), Convector (transporte), Conditor (almacenaje), Insitor (siembra) y varias docenas más.
Así pues, la «mitología» romana arcaica, al menos en lo referente a los dioses, no estaba formada por relatos sino más bien el entrelazamiento y las complejas interrelaciones entre dioses y humanos.
La religión original de los primeros romanos fue modificada por la adición de numerosas y contradictorias creencias en épocas posteriores, y por la asimilación de grandes porciones de la mitología griega. Lo poco que se sabe sobre la religión romana primitiva no es gracias a relatos de la época sino a escritores posteriores que buscaron preservar las viejas tradiciones del olvido en el que estaban cayendo, como el estudioso del siglo I a. C. Marco Terencio Varrón. Otros escritores clásicos, como el poeta Ovidio en sus Fastos (‘calendario’), fueron fuertemente influidos por los modelos helenísticos, y en sus obras se recurre con frecuencia a las creencias griegas para rellenar los huecos de las tradiciones romanas.
Rómulo y Remo amamantados por la loba. Museo Nuovo, Palazzo dei Conservatori, Roma.
[editar]Mitología antigua sobre la historia romana
En contraste con la escasez del material narrativo sobre los dioses, los romanos tenían una rica panoplia de leyendas sobre la fundación y primera expansión de su propia ciudad. Además de estas tradiciones de origen mayoritariamente local, a este surtido se injertó material procedente de las leyendas heroicas griegas en una época temprana, haciendo por ejemplo a Eneas antepasado de Rómulo y Remo.
La Eneida y los primeros libros de Livio son las mejores fuentes exhaustivas para esta mitología humana.
[editar]Dioses nativos romanos e itálicos
Estatua de Ceres portando fruta.
Las prácticas rituales romanas de los sacerdotes oficiales distinguían claramente dos clases de dioses: los di indigetes y los di novensides o novensiles. Los indigetes eran los dioses originales del estado romano (véase Di indigetes), y su nombre y naturaleza están indicados por los títulos de los sacerdotes más antiguos y por las fiestas fijas del calendario. Los novensides eran divinidades posteriores cuyos cultos fueron introducidos en la ciudad en el periodo histórico, normalmente en una fecha conocida y como respuesta a una crisis específica o necesidad percibida.
Las divinidades romanas primitivas incluían, además de los di indigetes, un montón de los llamados dioses especialistas cuyos nombres eran invocados al realizar diversas actividades, como la cosecha. Los fragmentos de los viejos rituales que acompañaban a estos actos como el arado o la siembra revelan que en cada parte del proceso se invocaba a una deidad diferente, estando el nombre de cada una de ellas derivado regularmente del verbo para la operación. Estas divinidades pueden ser agrupadas bajo el término general de dioses asistentes o auxiliares, que eran invocados junto con la deidades mayores. Los antiguos cultos romanos eran más un polidemonismo que un politeísmo: los conceptos que los adoradores tenían de los seres invocados consistían en poco más que sus nombres y funciones, y el numen o ‘poder’ del ser se manifestaba en formas altamente especializadas.
DIOSES DE LA ANTIGUEDAD, EGIPTO, GRECIA Y ROMA
El carácter de los indigetes y sus fiestas muestran que los antiguos romanos no sólo eran miembros de una comunidad agrícola sino que también estaban orgullosos de luchar y muy involucrados con la guerra. Los dioses representaban distintivamente las necesidades prácticas de la vida diaria, como las sentía la comunidad romana a la que pertenecían. Se entregaban escrupulosamente a los ritos y ofrendas que consideraban apropiados. Así, Jano y Vesta guardaban la puerta y el hogar, los Lares protegían el campo y la casa, Pales los pastos, Saturno la siembra, Ceres el crecimiento del grano, Pomona la fruta, y Consus y Ops la cosecha. Incluso el majestuoso Júpiter, rey de los dioses, era honrado por la ayuda que sus lluvias daban a las granjas y viñedos. En su más amplio carácter era considerado, a través de su arma de rayos, el director de la actividad humana y, por su amplio dominio, el protector de los romanos en sus expediciones militares allende las fronteras de su propio país. Prominentes en la época más antigua fueron los dioses Marte y Quirino, que a menudo se identificaban entre sí. Marte era un dios de la guerra al que se honraba en marzo y octubre. Los investigadores modernos creen que Quirino fue el patrón de la comunidad militar en tiempos de paz.
A la cabeza del panteón primitivo se encontraba la tríada Júpiter, Marte y Quirino (cuyos tres sacerdotes, o flamines, tenían el mayor rango), y Jano y Vesta. Estos dioses antiguos tenían poca individualidad, y sus historias personales carecían de matrimonios y genealogías. A diferencia de los dioses griegos, no se consideraba que funcionaban de la misma forma que los mortales, y por ello no existen muchos relatos de sus actividades. Este culto primitivo está asociado con Numa Pompilio, el segundo rey de Roma, de quien se creía que tuvo como consorte y consejera a la diosa romana de las fuentes y los partos, Egeria, a quien a menudo se identifica como una ninfa en las fuentes literarias posteriores. Sin embargo, se añadieron nuevos elementos en una época relativamente temprana. A la casa real de los Tarquinios se atribuyó en las leyendas el establecimiento de la gran Tríada Capitolina, Júpiter, Juno y Minerva, que asumió el lugar supremo en la religión romana. Otras adiciones fueron el culto a Diana en el monte Aventino y la introducción de los Libros Sibilinos, profecías de la historia del mundo que, según la leyenda, fueron compradas por Tarquinio a finales del siglo IV a. C. a la Sibila de Cumas.
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